-Comunicación y Prensa de la Arquidiócesis de Santo Domingo

El anuncio y la celebración de la fe llevan a una vivencia comprometida con los más débiles, en un ámbito de cercanía con los que sufren, este es el compromiso de REEN Renovación de los encarcelados.

La Arquidiócesis de Santo Domingo celebró los 50 años del Ministerio Católico REEN, Renovación de los encarcelados, con una eucaristía en la Catedral Primada de América presidida por Monseñor Faustino Burgos, Obispo Auxiliar de Santo Domingo y un grupo de voluntarios, colaboradores e incluso una representación de reclusos con sus familias.

El objetivo de REEN es evangelizar a las personas privadas de libertad, también a quienes trabajan en los centros penitenciarios. Un servicio que se hace concreto a través de apoyo jurídico, acompañamiento, charlas en salud y nutrición, pero sobre todo una presencia cálida y cercana que expresa el amor de Dios por aquellas personas que se encuentran cautivas.

La labor y el compromiso de la iglesia católica en este ámbito de la sociedad encuentra su campo de acción en la Pastoral Penitenciaria y en ministerios como REEN incidiendo a nivel social y jurídico. El servicio por los encarcelados lleva una reflexión y un llamado a poner al centro a la persona.

Monseñor Faustino Burgos expresó durante su homilía la gratitud a Dios y a todas las personas que han prestado su servicio en estos 50 años a los hermanos privados de libertad: “Agradecemos porque son rostros de personas que no salen en los periódicos, que no salen en las noticias pero que están ahí, dando lo mejor. Agradezcamos a Dios por el bien que han hecho a tantas personas”.

Estuve en la cárcel y me visitaron, continuó Monseñor Burgos: “…visitar, encontrarse con el privado de libertad es una muestra de amor, es reconocer en esa persona la grandeza y la belleza de la dignidad humana en el que a pesar de que esté privado de libertad, cautivo sin embargo tiene esa belleza, esa dignidad que Dios nos ha dado a todos como seres humanos. Y esa dignidad que debemos siempre resaltar, esa dignidad que no debemos nunca mancillar…aquel que está allí en la cárcel siente mucha pena, siente mucha congoja…unos están allí por justicia otros por injusticia en fin no vamos a juzgar eso, pero el hecho es que esa persona tiene que ser objeto de nuestro amor porque en él se manifiesta Jesús”.

Seguidamente en el Salón López Rodríguez del Arzobispado de Santo Domingo se proyectó el tráiler del documental Mamá Ninón, un ser libre tras las rejas, donde se narra la historia de la señora Graciela Grateraux quien invitada por el Padre Marcial Bedoya fue a visitar la cárcel de La Victoria y viendo las condiciones infrahumanas en que vivían los reclusos sintió un llamado a ponerse a su servicio.

Dentro del marco de las actividades de los 50 años, el martes 7 de febrero se realizó una eucaristía en la cárcel de La Victoria, presidida por Monseñor José Amable Durán, obispo auxiliar de Santo Domingo, y participaron algunas autoridades, reclusos, y los colaboradores de REEN. También se llevó a cabo el descubrimiento de la tarja que conmemora las experiencias vividas durante todos estos años de servicio del ministerio.

Durante la conclusión, las palabras de Wascar Soriano quien está allí en la Cárcel de La Victoria, dijo: “Llevo 8 años orgullosamente sirviendo a este ministerio REEN, que para mí más que un ministerio es mi familia. ¡Me siento que son mi familia! Cada vez, cada miércoles que vienen esas señoras, mi madre Cándida y cada una de esas servidoras del Señor, cada vez que los de ese ministerio vienen y me dan un abrazo que me dice Dios te bendiga, que me acogen como parte de su familia; para mí eso es maravilloso mis hermanos, eso no tiene precio; …anímense, busquen de Dios que él es maravilloso y Dios cambia cada una de nuestras vidas y no hay mejor camino que seguir al Señor. Quiero también hacer una petición a la Iglesia Católica, que sigan apoyándonos, apoyando el ministerio para que se integren más personas, que nos sigan dando apoyo y cariño. Nosotros los encarcelados necesitamos de mucho afecto y apoyo”.

Son muchos los testimonios de los encarcelados que testimonian el amor y el servicio de las personas que a lo largo de estos años han seguido el ejemplo de Mama Ninón, quien manifestó que después de su primera visita a la Cárcel de La Victoria su vida no sólo cambió, sino que desde entonces dedicó su tiempo y sus esfuerzos a los hermanos encarcelados, viendo que cada día se manifestaba el amor de Dios dándoles una vida nueva.

Así surgió la Renovación de los encarcelados (REEN) Ministerio de la iglesia católica fundado el 7 de febrero de 1973 por Graciela Grateraux de Díaz (Mamá Ninón) y el Rvdo. Padre Marcial Bedoya. Desde entonces trabajan en la evangelización y formación de todas las personas privadas de libertad.

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